lunes, 22 de marzo de 2010

SE LLAMA EMILIO IGUAL QUE YO, Y NO LO ENCUENTRAN....
SE LLAMA EMILIO IGUAL QUE YO, UNA OLA SE LO LLEVO...
SE LLEMA EMILIO IGUAL QUE YO, MAÑANA TERMINA DE BUSCARLO...
SE LLAMA EMILIO IGUAL QUE YO... NO AGUANTO EL DOLOR

martes, 16 de marzo de 2010

Es increíble lo que uno aprende de las pequeñas cosas. Los universos que se escondes en simples acciones o frases, igualmente, esto no es una reflexión de mi autoría, es la consigna más básica de la cultura zen, y hoy lo comprobé sin duda alguna
Hoy sin mas aviso y sin preámbulo de ninguna clases, me ilumino absolutamente una frase tan simple, tan sincera, tan infinitamente humilde que me abrió y incluso de abrumo de conocimiento y entendimiento
“Estábamos muy alto”. Simplemente esa es la explicación para lo que en nuestro país ha pasado las 2 ultimas semanas.
Estábamos muy alto para creer que un terremoto cambiara  la vida de millones. Estábamos muy alto para darnos cuenta que el mar es incontrolable. Estábamos muy alto para darnos cuenta que una maquina puede fallar y nos puede dejar obscuras.
Lo complejo, no es estar alto. Lo grabe es que cuando nos damos cuenta que estamos muy alto y no bajamos. Eso si es peor, no tener la capacidad de bajar un piso al ver que es el punto que estábamos era muy alto para seguir, y a todos y en todas partes pasa.
Pasa cuando culpamos a un gobierno por nuestros problemas, y pasa cuando nuestro gobierno pierde la básica regla de cuidar a su gente sobre toda las cosas.
Pasa cuando un ferretero vende al doble una plancha de zinc cuando ve que la gente no tiene techo,
Pasa cuando premiamos la viveza,  la frescura, y la confundimos con astucia, cuando al tramitar de forma incorrecta un permiso de edificación para evitar la burocracia afectamos a familias que hoy no tiene casa.
No solo pasa en Chile, pasa en países que lucharon por derrocar a un yugo de dictadura y luego mata de hambre a los que no piensan igual. Pasa también cuando un grupo de soldados mata a sangre fría a una mujer embarazada, por ser enemiga. Pasa cuando un presidente bombardea un hospital y dice que son daños colaterales.
Pasa cuando no somos capaces de conformarnos con lo simple de nuestras vidas, y gastamos años buscando más, y no solo en lo material, sino en lo afectivo, en lo emocional, en los triunfos. Cuando no nos damos cuenta que la solución más simple es bajar un paso.
Con lo que escribo no pienso en dar una lección, no pienso enseñar a bajar a nadie, por que a mi mismo me da miedo bajar un paso, me da pánico hacer ese primer impulso que cambiara todo, por que simplemente estoy cómodo en mi inseguridad, ¿pero puede ser esta la oportunidad?, ahora que sabemos lo que no teníamos, ¿podemos mirar al lado y valorar lo que si somos?...
¿Qué tan alto estamos?

lunes, 15 de marzo de 2010

Hoy, sin duda alguna es el día que mas me ha costado escribir, no se bien porque, realmente incluso pensé abandonar este diario o bitácora de ruta, pero preferí seguir a modo de catarsis.
Hoy, fui a constitución, partimos en la micro rural que sale de Putú a las 7 de la mañana, el viaje duro mas de lo normal, producto a las dificultades del camino,  y al cruzar el rió Maule escuche indirectamente uno de los relatos mas desgarradote. Un joven, (como muchos otros), acampo la noche del viernes en la isla que esta en el medio del rió Maule, un pequeño montículo de arena que sirvió por años como improvisado camping, durante la tarde los niños jugaban a trepar los árboles, sin pensar que esa seria una de las pocas formas de sobrevivir, después del terremoto y al llegar la primera ola, este joven trepo a la copa de uno de los árboles, un hombre, que también acampaba, le suplico tomar a su pequeña hija, y protegerla, al pasar la primera ola, le pido bajarla, sin prever que la segundo ola era la mortal, el joven relataba que simplemente desapareció entre las aguas que se mezclaban entre el Maule y el mar…
Con esa introducción entraba a una de las ciudades mas devastadas de chile.
Luego de esto recorrí calles destruidas por el terremoto, pero peor aun, por el mar y el rió.
Un panorama que apesumbraba a cualquiera,
Entre las calles estaba la destrucción por parte de la naturaleza, pero también las que fueron producidas por el saqueo.
Al llegar a una de las esquinas de la ciudad el olor a putrefacción era insoportable, quedara en mí la duda de saber origen del hedor.
Luego, en una de las tantas filas para hacer un sin fin de tramites pendientes, pospuesto producto a los daños de las oficinas publicas, presencié una discusión entre maulinos, intentaban buscar entre todos un culpable a lo sucedido, unos culpaban al gobiernos, otros a la marina, otros a la municipalidad, pero solo una señora dejo a todos sin habla al decir, que todos éramos culpables, que todos sabían que esto podría ocurrir y que todos sabían que había que subir al cerro en caso de terremoto, pero la histeria los había invadido.
Al volver a Putú, en mi solo abundaba el silencio, no podia dejar de pensar en el joven anónimo de la micro y en la niña que no pudo salvar.
Pensando que me distraería partí a los caulles, nombre que tiene la costa putugana,, zona que esta dedicada al ganado y la agricultura, por su dificultoso acceso, solo unos cuantos campesinos que dedican su vida a los animales, a la leche y la siembra habitan el lugar.
Lamentablemente mi idea fue un error, las pocas casas simplemente no existían, solo eran escombros y en una de ellas deslumbre la recreación de un escape, una cama destruida, un montón de ropa de dormir dispersa por alrededor y muchos escombros.
Afortunadamente el mar no entro a estas costas por una sola razón… las conocidas dunas de Putú.

P.D. Es importante saber si les interesa o encuentran que esto no es necesario, por que no es mi deseo cargarlos con información innecesaria.

domingo, 14 de marzo de 2010

Otro día mas en Putú, a diferencia de casi todos los otros días, este es un domingo de sol, un sol calido, casi de verano, que deja atrás un sin fin de nubes. También es un domingo futbolero, aunque yo no soy un gran fan de este deporte popular, la alegría que contagia esta pasión. Hace que las personas por un instante piensen en otra cosa.
Sigo recorriendo las calles y de apoco se me trasforma en familiar el paisaje de las casas derrumbadas, de apoco se me transforma en cotidiano el olor del adobe molido, hecho polvo en el aire.
La esperanza de la gente me llena de ilusiones, aunque irónicamente mi mal estado físico me ha jugado una mala pasada, producto de las tejas de ayer mi cuerpo sufre dolores, que no tienen mas explicación que el sedentarismo, igualmente veo el techo de la casa de mis abuelos y se me infla el pecho de orgullo, aunque es una verdadera patraña al lado de lo que han hecho otros que deben derrumbar casas y armar campamento de emergencia en días o horas. Lo que deja mi insignificante logro en el rincón de las obligaciones.
Mañana voy a constitución, realmente no se con que panorama me voy a encontrar, pero debe realizar tramites he inscribirme en la lista de espera de los que queremos luz eléctrica.
Igualmente ya fui beneficiado con la solidaridad de un vecino, que ya reparo su problema de luz, y  me ha ofrecido dar electricidad, con el compromiso de no conectar mas que una ampolleta para no sobre exigir el sistema eléctrico, este simple gesto me a alegrado de una forma especial, don Danilo, al igual que muchos perdió su casa, y acampa en el patio de su terreno. No es menos importante aclarar que en el campo los vecinos tienen otra distancia, y he debido fabricar un alargado de 35 metros, que da de la venta de mi dormitorio a un soquete del patio de atrás, donde guardan los animales. Por lo mismo aplique mis pocos conocimientos eléctricos adquiridos en la universidad de la vida y compre un Cable de gran resistencia, así no pasare otra noche en la oscuridad…

 CONTINUARA...

sábado, 13 de marzo de 2010

Me encuentro en la obscuridad, acompañado por la radio a pilas y la linterna, me queda muy poca batería en el computador y para mas remate recien volvió a temblar... reflexiono sobre lo horriblemente dependiente que me he vuelto a la electricidad y a lo inmediato de las cosas. Si algo me ha servido venir a Putú, es para mi crecimiento personal. Generalmente me asombro con facilidad, de las cosas simples de la vida, pero hoy fue una experiencia nueva hablar con uno de los damnificados de Putú, con su casa en ruinas y a mi pregunta políticamente correcta de –como se encuentra- recibí una respuesta esperanzadora, que ene el momento sonó simple, pero ahora que la analizo con detención entiendo lo importante de su respuesta – la casa esta en el piso, pero tengo salud y hay que levantarla no mas pues-. Quizás si aplicáramos esa humilde filosofía las cosas serian mejores, quizás hubieran menos penas y mas esperanzas…
Putú sigue en ruinas, el avance es sumamente lento, pero muchos sabemos que saldremos adelante y con mas fuerza aun.
Hoy me dedique casi todo el día a tejar la casa de mis abuelos, ahora sufro las consecuencias de esta experiencia, calambres y dolores musculares me acompañan esta velada, cuando vuelva a santiago tendré que alistarme al gimnasio.

viernes, 12 de marzo de 2010

LA LLEGADA A "PUTU"

Al subir al bus, mi madre quedaba atrás, me alejaba de santiago y escudando una canción de morrisey que decía “morir junto a ti es una forma celestial de morir”, al llegar a Talca, un temblor nos recibió, la gente, ya enferma de los nervios corrió por los pasillos del terminal, olvidando bolsos, canastos y demases…
Al llegar a constitución recordé algunas escenas de la película “La caída del halcón negro” controlada por militares armados hasta los dientes, el panorama era devastador, a su vez gente en camionetas subían al cerro llevaban desde colchones, hasta perros…
Es increíble como uno asume que las cosas están complicadas, pero no es hasta ver el estado de las casa cuando comprendí la situación despueblo donde esta enterrado mi padre.
Al bajar de la micro me encontré con don Tito”pavo”, un vecino de toda la vida, quien me recibió con un – que hace aquí mi´jito,- con sus mas de 70 y tantos años encima, hace ya casi 2 semanas que no tiene luz ni agua potable… tampoco tiene casa… mi respuesta fue simple, -vine a ayudar como lo hubiera hecho mi papá,-
El panorama era deprimente, las casas de adobe en el piso, destruidas el pueblo se encontraba en un estado de calma tensa, en el aire se notaba que la gente tenia miedo.
Por un minuto me sentí en la primera escena de una película de zombis, cuando llega el protagonista y no sabe lo que paso, y todo esta destruido…












CONTINUARA…

DESDE PUTU ZONA DE ESPERANZA

Queridos Familiares y amigos:
Para los que no saben, me encuentro desde el jueves 11 de marzo en “PUTU” a 20 kilómetros de constitución, zona devastada por el terremoto que afecto a chile hace casi 2 semanas.
Desde aquí iniciare una surte de crónicas desde mi blog, la que los invito a leer y compartir, principalmente hago esto con el afán de contar desde aquí como va la lucha de “PUTU” por sobrevivir…
Espero sus comentarios